Tarta de fresa

Hacia tiempo que tenia en mente esta tarta, y nada mejor que plasmarla en el quinto cumpleaños de Blanca. El bizcocho debía de ser pequeñito, pues era para unas pocas amiguitas del cole. Por ello pensé en hacerlo muy bajito, pero de mayor superficie, porque en otro caso no me cabría la decoracion que habia pensado.

Para la ocasion hice un bizcocho de platano y coco, y para el relleno, buttercream de chocolate blanco, aromatizado con extracto de gominola. Riquisimo y muy suave para los niños.

De mi muñeca de Tarta de fresa, tengo que decir que es la que más me ha gustado con diferencia, me gusta la cara, su camiseta de rayas (pintadas a mano), como cruza las piernas y sus zapatitos rosas…además la hice super rápido, era como si la hubiese hecho ya muchas veces y todo encajaba a la perfeccion, hasta que…despues de terminarla y tras varias horas yo la miraba y la veía cada vez más tumbada hacia detras…efectivamente dado el tamaño de la cabeza y el sombrero, el espagueti que le meto como sujeccion no habia aguantado hasta que la cabeza se despegó del cuerpecito…menos mal que dio tiempo a que la anfitriona soplara las velas…conclusión: en este tipo de figuras debo de meterle 3 espaguetis al menos o un palillo de madera (que no me gusta por lo que pueda pasar, cuando la tarta es para niños).

Igual me pasó con la fresa-casa. Está hecho en RKT y forrado con dos capas de fondant. Quise respetar tanto la forma de la fresa que por abajo me quedé sin base y aunque esta si que aguantó (por los pelos), en ocasiones se debe dar prioridad a la sujección, renunciando un poco al realismo.

Asi que dos cosas importantes he aprendido con esta tartita que a mí, personalmente, me ha encantado.